Según Fray Luis Amigó y Ferrer, fundador de las Hermanas Terciarias Capuchinas, se educa “cuando la persona percibe en su propia vida la bondad de lo que está haciendo”, (el descubrimiento de su propio desarrollo) saborea la vida con verdadero sentimiento y plenitud).
En la búsqueda de estar a tono con esta filosofía, se busca poner en práctica los siguientes principios:
Educación religiosa y moral.
Aplica el método preventivo: No admite ningún medio violento ni coercitivo.
Considera a la estudiante, como el sujeto de su propio desarrollo.
Exige diversidad en el trato de cada estudiante.
Responsabiliza de la educación a todos los estamentos de la Comunidad Educativa.
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